dimanche 2 janvier 2011

ROMPEPISTAS

Acabo de terminar Rompepistas, de Kiko Amat, y me ha parecido un libro cojonudo. Lo habría leído con mucha más intensidad si tuviese quince o diecisiete años, pero da igual. 

Nota para púberes que no saben qué regalarle a su compañero en el amigo invisible: regaladle Rompepistas. Robadlo, leedlo y regaladlo, y que viva el espíritu navideño.

El libro narra la historia de Rompepistas, un adolescente que se pudre en la banlieu barcelonesa allá por el año 1987, que toca en la banda punk Las duelistas y anda con un grupo de chavales del pueblo que se autoproclaman -irónicamente- los Skinheads por la paz. 100 colegas en los que puedes confiar, 100 PUNKS SIEMPRE



Una historia así, con muchos destroys, mucho punk, problemas familiares, peleas, vomitonas, eructos -BAAAAAAAAAAAAAAAART- y rabia no se puede contar, evidentemente, como lo hacían los novelistas decimonónicos. Necesita un lenguaje, un registro y un ritmo adecuados y reales; hay que sentir que el autor sabe de lo que habla. Esa velocidad y musicalidad punk, esa rabia contenida que explota por momentos. Aviso para navegantes: esto no es, como advierte el narrador, una historia hippie o socialdemócrata. 

“En un libro hippie, la policía llega a tiempo y calma los ánimos con un discurso inspirado, y todos volvemos a nuestras casas.
En un libro socialdemócrata, la violencia no resuelve nada, y a los Chungos se les deja marchar con una advertencia seria y una amonestación racionalizada con gesto grave y digno.
Pero éste no es un libro de ésos.”

Aquí hay muchas ostias y gente que crea gran dolor. Y un ritmo endiablado. Jóvenes que gritan más que cantar, que bailan, que hacen el gilipollas constantemente y que pintan paredes. Y los ingredientes típicos de la adolescencia: odio, amor juvenil, amistad, promesas rotas y mucho humor.

Do you remember the promises promises?
I do.




Y esos personajes, ¡qué personajes!: Clareana, una bomba a punto de estallar; Carnaval, el Sancho Panza punk de la novela, con su dringui-li-drong y su culo, ¡ese culo!, Carnaval, uno de los nuestros. Rompepistas, un tío inadaptado con el que muchos jóvenes, incluso los Cuellos, se podrían identificar. Y, para completar la CCCR de la portada, Chopped, un chaval con mucha, pero que mucha, velocidad. Un tío sin frenos, vamos.



 
¿Quién no ha sentido el descontento y la rebeldía? ¿Quién no ha querido marcharse del agujero en donde vive? “Porque siempre quise marcharme de mi pueblo. Desde que tengo uso de razón he querido marcharme de aquí”. ¿Cómo no va a gustarte la novela si incluso a mí, uno de esos pequeño burgueses ex-Cuellos odiosos que disfruta escuchando Eskorbuto, me ha encantado?

Ya sabes: róbalo, léelo y pásalo.

1 commentaire:

  1. Una novela cojonuda que acabo de devorar!
    Llegué hasta ella después de pasar por "Cosas que hacen bum", la segunda novela de Kiko Amat (y en mi opinión la mejor), y después también de leer su debut en otra estupenda historieta, la de Octavia y Julián, en "El día que me vaya no se lo diré a nadie"...
    Ahora creo que ha sacado una cuarta novela, esta tendré que robarla o comprarla, porque las otras tres las he disfrutado en el periodo de un més aprovechando las ventajas de las bibliotecas municipales...

    Salut!

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